La dosis de flúor que ya tomamos a través de la flúorización de las aguas parece ser, en general, muy segura pero el problema es que tomamos el Flúor a través de otras vías:
Tabletas o chicles enriquecidos con Flúor.
Algunas aguas minerales llevan dosis extra o contienen de forma natural cantidades altas de Flúor (suelen ser aguas de alta mineralización y amenudo ya avisan que no la tomen los bebés o embarazadas).
La pasta de dientes y los colutorios o elixires dentales contienen dosis muy altas pero la absorción a través de la boca es pequeñísima a no ser que NOS LA COMAMOS. Parece una tontería pero hay gente que, especialmente al enjuagarse con el colutorio, siempre ingiere un poco. Simplemente hemos de advertir a los niños de ese peligro (sobre todo con esas marcas comerciales que ya avisan que aportan muchísimo Flúor).
La contaminación ambiental (las empresas que manipulan o transforman Aluminio) también favorece el exceso de Flúor a través del aire.
Por último avisar que hemos de tener cuidado con las sartenes u otros utensilios hechos con teflón. Tenerlos siempre en buenas condiciones ya que si están muy rayados pueden ir liberando flúor.
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